Antonio Miguel Reyes

La diferencia (Soneto)

La diferencia (Soneto)

 

Te jactas de riquezas y de fama,

te envuelves en perfumes de alquiler;

yo visto con verdad mi amanecer,

no cambio por dinero ropa y cama.

 

El humo de tu gloria pronto inflama,

se quiebra tu alegría al perecer;

yo guardo lo que nunca ha de caer,

un fuego que en el pecho se proclama.

 

El tiempo es juez que siempre corresponde

 derriba las riquezas sin clemencia

devorando soberbia en su camino,

 

Y al fin se queda el alma donde esconde

victoria que se clava en la conciencia

cantando con ternura su destino.