Le parece que el tiempo se detuvo,
así como visión muy sorprendente
igual que su mirada reluciente,
azul era el destello que contuvo
Tan dulces las palabras con amor
derroche de bondad ella irradiaba,
sus pies sobre la luna descansaban,
de cantos celestiales el clamor
No temas hijo mío, ve tranquilo
aquí tienes a tu madre amorosa,
gracias por recoger hermosas rosas
camina rumbo a casa yo te vigilo.
Hermosa la basílica es arrullo,
de todo mexicano el gran orgullo.
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Dr. Salvador Santoyo Sánchez
1°/09/2025