jesus alberto porras

Huracán que germina

 

Este amor es un huracán,

no pide permiso, no sabe esperar.

Tus brazos son puerto y tempestad,

remueven mis orillas al pasar.

 

Es cuando me abrazas

que el tiempo se quiebra,

y en tu mirada me hundo sin frontera.

 

Es cuando tus ojos me nombran

que un relámpago tierno me toca.

Tus labios son océano,

tu susurro, tetera en la estufa

en medio de la noche densa.

 

Tu risa es pan caliente sobre la mesa,

tu piel, un mantel extendido en la espera.

Amor sin orillas, sin muro ni edad,

huracán que germina en lugar de arrasar.