Franjablanca

Punto

Qué más dará que escatimes

en amistades con roces,

si el anexo que suprimes

es otro secreto a voces.

Es posible que la historia

ni siquiera te reescriba

censurando a la memoria

con amnesia selectiva.

 

Las letras se te hacen bolas

tras Cinco horas con Mario

cuando repasas a solas

las hojas de tu diario.

El tiempo perdió la cuenta

de tus salidas a escena

cada vez que das la vuelta 

al viejo reloj de arena.

 

Ya ves, persistente soy

y no me la das con queso.

Ni te imagines que estoy

devanándome los sesos

por tan baladí asunto.

Antes, prefiero escribir;

por eso las letras junto.

No olvides que sigo aquí.

Punto.