No amar no es pecar
Tampoco lo es lo contrario
Así que cuando mi mano no quiera tomar
Entenderé sabiamente
Y ella no me juzgará
Porque ambos somos individuos
Y nuestros espíritus no se entrelazan,
Pero cuando mis manos sí lo hagan
Me sonreirá de alegría
Porque alma tenemos dos mitades
Y hay que aceptar la que nos toca
Por más que se confunda buscando a la otra