Lo que ofreces (Soneto)
Nubes blancas dibujan en el cielo
palacios de promesas y gran humo;
la vida es tu castigo, pues presumo
que vendes libertad muerta de celo.
Pretendes encubrir bajo tu velo
la ruina que destilas siendo grumo;
tú no ves amasijos de engurrumo
en tu pueblo que sigue sin anhelo.
Mas todo se deshace, y ya es bastante,
pues nada quedará de tu mentira,
ni el oro, ni el poder, ni tu desplante.
La sombra del dolor será tu lira,
y el eco del desprecio resonante
hará de tu ceniza la gran pira.