Septiembre despierta lento,
con el sol jugando en las ventanas,
y el aire tibio que acaricia
los rincones del alma.
Los árboles visten hojas nuevas,
las flores pintan las veredas,
y los pájaros vuelven a cantar
como si el invierno nunca hubiera existido.
Montevideo respira distinto,
los parques se llenan de vida,
el viento trae perfumes frescos
y el cielo parece más grande.
La primavera no pide permiso,
simplemente llega,
con sus días más claros
y sus noches más suaves,
con la promesa de nuevos comienzos
en cada rincón del país.
Uruguay florece en septiembre,
y con él florecemos todos,
porque la primavera no solo toca la tierra,
también despierta los corazones. 🌿🌼