SIGUIÉNDO DETRÁS
Caminando en solitario
por la vereda escondida
se veía pensativa
y con muestras de cansancio.
En su mundo imaginario
la soledad no existía,
ella al sentirse querida
todo miraba perfecto
y al saber que no era cierto
se borraba su sonrisa.
La edad cobrando factura
la llenaba de recuerdos
añorando aquellos tiempos
llenos de retos y luchas.
Recordaba con ternura
a sus seres más amados,
hoy que los mira alejados
aun teniéndoles muy cerca,
vaga sola en la vereda
de los seres olvidados.
Cada mañana es lo mismo
recorre el camino triste
imaginando jardines
en los días de domingo.
Solo así ha sobrevivido
engañando al pensamiento,
tiene achaques en su cuerpo
que ya muy pocos le ven,
para todos es ayer...
Y pronto... Será su espejo.
…