En el filo danzamos, sombra y luz,
la vida breve, un susurro tenaz.
Ante el abismo, no hay temor que nos subyugue,sino un impulso a amar, a sentir más.
Que cada instante sea un eterno presente,un lienzo vibrante de sueños y acción.
En cada latido, una revolución,un desafío al destino, valiente y ferviente.
Porque la muerte acecha, silenciosa y cierta,nos recuerda el valor de cada alborada.
Vivir es el grito, la llama encendida,un canto de esperanza en la noche estrellada.
En la danza efímera del tiempo fugaz,donde la muerte acecha, sombra tenaz,despliega tus alas, alma valiente,y abraza la vida, ferviente y presente.
Que cada instante sea un sorbo de miel,un abrazo cálido bajo el cielo fiel,un susurro suave del viento al pasar,una melodía que te haga vibrar.
No temas al abismo ni a su frío final,pues en cada latido reside un caudalde experiencias, sueños y amor sin igual,un tesoro eterno que nadie podrá robar.
Ríe, llora, ama, siente con pasión,despierta tus sentidos, sin dilación.
Que la vida sea tu obra maestra,un legado eterno que trascienda la cuesta.