Perú…
Tierra sagrada donde los dioses
pintaron el cielo de oro y fuego,
donde la Pachamama susurra en el viento
y cada grano de arena guarda un secreto ancestral.
Eres el canto eterno de los Andes,
el murmullo del Amazonas infinito,
la caricia del Pacífico que besa tu costa,
el latido profundo de un pueblo que nunca se rinde.
Cusco, madre de imperios,
guarda en sus piedras la voz de los incas;
Machu Picchu, suspendida entre nubes,
es poema que el tiempo no se atreve a borrar.
Lima respira entre brumas y soles,
trenza el pasado con el presente,
y en cada esquina suenan guitarras,
sabores, risas, memorias y esperanzas.
Arequipa brilla entre volcanes de fuego,
Puno duerme sobre espejos de agua sagrada,
Iquitos abraza la selva infinita,
y Nazca dibuja en la tierra sus misterios eternos.
Perú, eres pueblo que sueña y que ama,
eres manos que trabajan la tierra,
corazones que laten al ritmo de tambores,
ojos que miran al cielo buscando futuro.
Eres historia, eres presente, eres destino.
Eres el verso más largo escrito por la humanidad,
una oración que el viento lleva hasta los dioses,
un abrazo de montañas, ríos y mares infinitos.
Perú…
Eres más que un país:
eres alma, eres sangre, eres vida.