La paz despierta en cánticos de luz,
su voz derrama bálsamos serenos,
los campos tiemblan, fértiles y llenos,
y el mundo bebe de un río sin cruz.
La paz se cierne, tímida y veloz,
su mano libra a esclavos de cadenas,
la calma surge, rompe las condenas,
y el sol renace en pétalos de voz.
La paz consuela y borra viejas guerras,
su pan reparte luz entre los montes,
y en los hogares renacen las sierras.
Regresa la paz, la calma a las tierras,
su manto tiende brisas entre bosques,
y el canto alienta sueños y quimeras.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025