Una última pelea, la última vuelta, las últimas gotas de fiera tempestad , quise ser capitán y me mandaron a navegar, casi me dejaron sin agallas, ese sudor frío de enfrentarse a lo desconocido hasta que se te haga conocido, tuve que dar mil vueltas, a veces, me da la melancolía por tanto que perdí hasta extraño ser yo otra vez, hacer lo que hacía y ya no, a la noche me doy otras diez mil vueltas hasta que la incomodidad se hace sorda, zapatos que gasto por andar en ese metro cuadrado, me hacen burla día a día, enrostrándome las victorias pasadas, la cocina sigue prendida y tengo hambre pero esa de ir y comerme al miedo