Revisando recuerdos anclados en mi memoria, navego en los mares del olvido, donde una vez fui tu musa de luna llena, que bañaba los arrecifes coralinos.
Se cruzaron miradas que tatuaron tu nombre en mi pecho tibio, respiro para hallarte en las alas del viento, lejano, triste pero mío.
Remonto el horizonte infinito con la luz de tus ojos como guía, cansada de navegar por acantilados y ventiscas suelto el timón vencida.
Mis manos furtivas se cansaron de hablarte, soñando tu nombre junto al mío, valles de sombras nos siguieron para soltar al viento lo que una vez fuimos.