No soy eco de tus pasos, ni sombra de tu andar,
soy una luz que ilumina, estrella en tu mirar.
Amo con fuerza y alma, entrego mi querer,
pero mi ser no se diluye, sé quién quiero ser.
Mis manos no son yugo, ni mi voz sumisión,
comparto, no me entrego, esta es mi decisión.
Te ofrezco mi cariño, mi risa y mi pasión,
pero mi esencia es mía, mi propia canción.
Soy dueña de mi tiempo, arquitecta de mi destino,
a tu lado camino, pero nunca me defino.
Mujer de acero y seda, valiente y decidida,
amo sin ataduras, mi alma está florida.
En este baile de dos, donde ambos somos uno,
mi independencia es fuerza, nuestro amor, un don oportuno.
Así soy, así te amo, libre y sin temor,
mujer que ama y comparte, sin perder su fulgor.