Poeta De La Otra Esquina

Salí de ahí.

Quisiese aclarar ahora,
principiando esta conversa,
que soy mal partido y aurora
que no vale ni en reversa,
que soy contrahecho y muy feo,
pues no sé si me cago o me meo.

Una vez aclarados los tantos,
prosigamos con este Lepanto
de batallas de amor y flirteos:
estrategias, Julietas, Romeos.

Navegando por esos lugares
en que estamos a plena oferta
se produce la reyerta
entre musas y juglares.

La torpeza nos preside
a la mayoría de los hombres,
y eso ya no tiene nombre
el patetismo reside
en mi voz aunque me asombre.

Alguna vieja cegatona
quiere darme mis laureles
y algunas otras infieles
rascan la olla y perdona
la ocasión sus oropeles.

Y vamos en las vidrieras
de pantallas comedidas
ojeando las malnutridas
pupilas y arrrabaleras
canciones bien confundidas.