¿Serán actos de bondad los que por elogios se realizan?
¿Serán entonces condenados los pecados amables?
Si a quien tememos
y abrazamos le parecerá
oportuno hacernos perecer
Por motivo del error
Sin arrepentimiento,
¿entonces no serán crueles
las dulces manos del génesis?
Un regalo maldito,
el dado por un fruto desconocido:
el libre albedrío,
que nos aprisiona en errores.
Errores, sinónimo de humano,
carentes de humanidad,
abundantes en el cruel
tormento de los impulsivos sentimientos.
Somos jueces y verdugos,
buscando redención en un mundo
de contradicciones.
La libertad que anhelamos
se convierte en cadena,
y en cada decisión,
nos consume la pena.