Decidí quedarme,
Decidí estar y ser,
Decidí sostenerte, aún cuando mi mundo se caía a pedazos.
Decidí regalarte mi sonrisa, aún cuando las lágrimas llegaban.
Decidí compartirte lo último de luz que me quedaba, aún cuando las sombras me hablaban.
Decidí caminar contigo, aún cuando yo no traía zapatos.
Decidí darte mi abrigo, aún cuando allá afuera todo congelaba.
Decidí cultivar la paciencia, aún cuando mi ansiedad me quemaba.
Decidí donar tiempo, aún cuando el mío se agotaba.
Decidí extender mis brazos y acercarte a mi corazón, aunque por dentro las manecillas se debilitaban.
Decidí, sí decidí
Pero también:
Decidí sembrar esperanza en tu suelo, aún cuando el mío estaba árido.
Decidí cuidar tus heridas, aún cuando las mías seguían abiertas.
Decidí apostar por tu vida, aún cuando la mía parecía desvanecerse.
Decidí sostener tu fe, aún cuando la mía tambaleaba.
Decidí creer en tus mañanas, aún cuando mis noches eran largas.
Decidí bailar contigo, aún cuando mi cuerpo era rígido.
Decidí plantar flores en tu orilla, aún cuando el invierno parecía largo.
Decidí levantar un hogar en tus brazos, aún cuando no tenía ladrillos.
Decidí convertirme en tu espacio de seguridad, aún cuando mi propia casa se derrumbaba.
Decidí, sí decidí
Y al final de todo:
Decidí amar, aún cuando el mundo me pedía rendirme.
Decidí amar, porque amar es la única revolución que entiendo.
Decidí amar, aunque me quedara sin palabras y sin nombre.
Decidí amar, porque en ese gesto se escribe mi eternidad.
Decidí amar, y en el amor descubrí que la vida todavía canta.
Decidí amar, y en tu abrazo supe que también yo era amada.
Decidí amar, porque amar fue mi manera de volver a nacer.
Decidí amar, y en ese acto encontré la fuerza de mi propia luz.
Decidí amar, y allí floreció lo que creía perdido.
Decidí amar, porque amar es mi manera de resistir.
Decidí amar, aun cuando la historia pedía olvido.
Decidí amar, porque en el amor encontré mi trinchera.
Decidí amar, aun cuando todo alrededor sembraba odio.
Decidí amar, porque amar es incendiar la costumbre.
Decidí amar, aun cuando la herida pedía venganza.
Decidí amar, porque amar es romper las cadenas del miedo.
Decidí amar, aun cuando el silencio gritaba más fuerte.
Decidí amar, porque amar es el único acto capaz de cambiarlo todo.
Decidí amar, y fue en ese amar donde mi corazón
encontró su VIctoria.
Decidí, sí, decidí