Alberto Escobar

Todo pasa...

 

 

 

Las cosas pasan,
todo, y ningún ejem
plo de ese todo — o 
de esas cosas— sabe,
por sí mismo, o mis
mas, el significado
que encierra, la im
portancia que tienen
para alguien —o ál
guienes—; suceden
como sucede la lluvia,
el sol, un terremoto, y
en ningún caso — ni en
el más rocambolesco— se
pararán a pensar el porqué
de sí mismas, o mismo.
Las cosas pasan y solo algo
—más bien alguien o álguie
nes— se complica en escar
bar detrás de lo evidente, y
buscan respuestas donde no
las hay y si la encuentran, y
se quedan panchos, ni por a
somo tienen que ver con la cau
sa real del porqué, del motivo
que motivan esas cosas, ese ej
emplo, —pero lo que trasciende,
lo que serena la curiosidad de e
se especimen, es sentir que ha
encontrado la razón, ha razona
do —si supiera semejante especi
men que está tan perdido de la
verdad de las cosas...—.
Mejor contemplar como vaca 
que pasta pasando un tren.