TODO ERES TÚ
Todo huele a ti:
la lluvia en la mañana tibia,
el viento que ríe en su paso,
el huerto teñido de ocaso,
el río —tierno y persistente—.
Todo sabe a ti:
el pan que estalla en el horno,
la leña que canta en el fuego,
las flores desnudas de tiempo,
la tierra mojada... tu aliento.
Todo te nombra:
la luna en su ciclo de plata,
el mar que repite tu acento,
la sombra que dibuja el viento,
la vida, sin más contraseña.
¿Lo sientes?
El mundo es un eco de tu nombre.
— LMML.