No necesito una hoja para describirte,
ya que mi corazón existe,
y cada latido de vida
quiere ser por y para tu vida.
Es un oxímoron nuestro amor frío:
me besas y me abrazas,
mientras no te convences ni un pío
de renunciar a arder en las brasas.
Hazme vivir tu infierno,
acaba con mi vida entera;
entiérrame en el averno
y ámame la noche entera.
Tal vez la noche no sea perfecta,
ya que no puede ser tú,
una diosa perfecta, sin similitud;
en otras palabras, eres quien me completa.