el brujo de letziaga

Fue un solo roce.


Me bastó un solo contacto
en tu edén caluroso,
para que vibrara la guitarra de mi cuerpo...

 

Me quedé absorto,
agitado de amor encendido,
ya que en vez de sangre me corría fuego...

 

Fue un roce al paso...
y reventé como un gran relámpago,
anónimo en tu vértigo...

 

Una calle, la chica y el viento,
fue así de súbito,
nunca temblé, como en aquel momento...