Me miro en tus ojos
y en lugar de sentirme amada
me descubro pequeña,
insuficiente,
como si cargara culpas que no son mías.
A veces pienso en irme,
dejar atrás este amor que duele,
pero me aferro a ti
porque aún te amo,
pero me da miedo
que uses ese amor en mi contra,
que sepas que no sé soltar.
Me duele que no te esfuerces,
que me des migajas
cuando yo te entrego todo.
Y me pregunto si acaso
estoy pagando las deudas
que dejó tu pasado,
si soy el reflejo castigado
de lo que otra te hizo perder.
No quiero ser la sombra
de una historia que no escribí,
no quiero amor a medias
ni mendigar la luz que merezco.
Pero aquí sigo,
sangrando en silencio,
con el corazón temblando
entre irme o quedarme.