Querido Snoopy, yo veo tus heridas
y es mi corazón el que duela.
¡qué injusta es la vida!
siempre hieren al alma buena.
Grande como un chaparro posas,
desgarbado, sencillo y obediente,
aunque crean que tienes genio,
¡amor envuelto eres!.
Pues pasará tu dolor, amigo,
quedarán nada más cicatrices,
y sé que tú bondad canina,
olvidará lo que recibiste.
Querido compañero Snoopy,
aunque triste esté tu mirada,
no afiles tus colmillos
ni ataques con ira y rabia,
no luches contra fieras y titanes,
sigue siendo algodón de azúcar,
con tus mismos andares...
Querido colega Snoopy,
hay dolores que la piel traspasan,
no me mires, ¡Yo te comprendo!
pero diferente es tu ladrido,
tú no eres guardián ni terrible,
eres mi fiel compañero, mi amigo,
peluche, que ser perro finge.
Déjalos que ellos se peleen,
qué no vean qué eres diferente,
los buenos también valientes son,
aunque luchen sin garras ni dientes
y sólo lo hagan con el corazón...