Salir caminando entre senderos , horas duras y trazos blandos,
plantas sonrientes abrazan momentos hostiles,
ninguna mueca imita el trajinar de labios extendidos en la vereda sin futuro,
donde el suelo es soñar.
El sueño no concilia la esperanza,
no se pierde entre problemas,
las esperas,
las filas,
lamentos,
desconsuelos,
amarguras,
muertes,
frustraciones,
derrotas,
fracasos,
y un acierto ,
perderse con la risa innata de un niño hermoso,
o mejor dicho,
encontrarse.