🌙 Juego Prohibido
Por Alonso Porras
Entramos juntos en un juego prohibido,
un destino marcado por el dolor.
Y aun así, tanto te amé,
que los días se volvieron ceniza
y las noches, océanos interminables
donde mi silencio ardía con tu nombre.
Me cansé de pensar que lo elegí,
cuando en verdad lo único cierto
es que hubiera dado mi vida por ti.
Me cansé de tu duda,
de que me condenaras a la espera
cuando sabías que siempre estuve allí.
Hay noches en que podía alcanzarte,
pero tú preferías dejarlo pasar…
y yo quedaba tendido,
mirando un teléfono vacío,
convirtiendo cada espera
en un ritual cruel que compartíamos sin hablar.
Al final entendí:
la utopía de una pasión imposible
duele más que el silencio mismo,
más que esos días deshabitados
donde no suena tu voz
y lo único que queda
es la herida de lo que nunca será.