RENNY LOYO

GENTE COMO UNO.

En la inutilidad del reposo,

mi vida es un talk show.

Oraciones van, oraciones vienen.

Hasta los que desean mi muerte

gritan eufóricamente por mi recuperación.

Quieren verme en la calle nuevamente

para expresar su malestar de que sea tan inteligente,

tan simpático… pero lamentablemente chavista.

Como Neruda, me canso de ser lo que otros perciben de mí.

Soy el modelo equivocado de esta arenga revolucionaria

que pareciera no tener fin.

Soy un grito de libertad que no se apaga,

una soledad incierta, una máquina de escribir con teclas dañadas,

una cinta gastada, un tipex que tapa errores ajenos.

Y aunque no hay que pararles bolas,

idiotas hacen colas imaginarias en los varaderos,

esperando embarcaciones fallidas.

Fantasmas del Caribe, con misiones piratas,

ilusiones pendejas y manías supremacistas.

Los que vienen al rescate de la libertad

esconden la intención del saqueo.

Se esmeran en sueños de órdenes ejecutivas mal elaboradas,

y se regresan por falta de aceite en los motores

que mueven sus lógicas imperialistas.