\"Villanelle para un verdugo\"
(versión revisada)
Amé cada sombra que arranca mi calma,
eco maldito me hiere indiscreto.
Un amor que es veneno mordiendo mi alma.
Tus besos desgarran como filo mi palma,
me arrastran al fuego de un deseo secreto.
Amé cada sombra que arranca mi calma.
No hay tregua en tu boca, ni clemencia en tu cama,
tu abrazo es prisión, tu caricia un decreto.
Un amor que es veneno mordiendo mi alma.
El mundo se apaga si tu voz me reclama,
me pierdo en tus ojos, me consumo en su grieta.
Amé cada sombra que arranca mi calma.
Soy huésped del daño de tu mente perdida,
me condeno a tu sangre, me entrego a tu vida.
Un amor que es veneno mordiendo mi alma.
Así mi condena se pronuncia y embalsama,
mi credo es tu herida, tu mordisco, mi reto:
Amé cada sombra que arranca mi calma,
Un amor que es veneno mordiendo mi alma.