PECH

El arte que tienes para amar

I

Entre mis sueños te vi, mi hechicera

exquisita ninfa por cual yo suspiro

junto al alero de su porte, fiera

mujer que derrite el hielo de la vera

con el beso que yo trémulo respiro.

 

II

Bajo el colmado tacto de mi piel

y su silueta que enciende pasiones

el dulce néctar de sus senos, la miel

encantada que evapora el cascabel

de mis deseos, mis besos de ilusiones.

 

III

Y fue en la orla de una serenidad

que contemple su inefable desnudez

fue un brillo inmaculado, de vanidad

costosa que emerge con una brevedad

el fino placer de su calidez.

 

IV

Como si Dios se me presentara

sus celestiales caderas desbordaron

danzantes ritos de manera arcana

y bebí de su aliento, ese que jadeaba

cuando sus poderosos senos me abordaron.

 

V

Pero cuando el silencio musitado

se adueñó de esta colcha hecha hoguera

las cenizas de este corazón agitado

fueron enterrados sobre este aldominado

arte que tienes para amar, hechicera.