mauro marte

RUIDO

 

Ese ruido subyacente, que no deja mi alma en paz,

cantar de grillos en la madrugada

voces disonantes que se van apoderando de mi sueño,

que alejan cual peste a Morfeo.

 

Insomnio y locuras, pensamientos locuaces, imparables

carretillas de voces rotas.

 

Imparables como una cuadrilla al tropel, de aquí para allá,

brincando de un lugar a otro, de un allá para acá, de un adiós

a una llegada.

 

Locura que me persigue cada madrugada aporreándome

hasta el amanecer. Exhausto, solo deseo refugiarme en tu piel.