Franjablanca

Pasadas las ocho

En paralelo a la costa

y despacio, a pocos nudos...

El sol va saliendo a costa

de deshacer los engrudos

que las brumas han dejado.

 

No muestra todas sus cartas

hasta pasadas las ocho.

Se va tendiendo de lado

desplegando su pancarta:

¡Otro lunes que descorcho!

 

No hay rincón al que no llegue,

no hay espacio que no alumbre;

desde el valle hasta la cumbre,

cada mar que se navegue.