Esperando al fin de semana
el verano se acaba en nada.
Esperando a la adultez
más cerca estoy de la vejez.
Esperando tanto tiempo para el momento perfecto
cuando hoy puede ser el final de este trayecto.
El esperar, una enfermedad que todo el ser humano padece
y sin darnos cuenta, el tiempo no es lo único que se desvanece.
Pero la vida es un ciclo constante.
Mientras unos nacen, otros mueren aparte.
Por eso hacia carpe diem me decanto
porque poder aprovechar el momento es un regalo.