Hernán J. Moreyra

\"Dedicatoria Clasista\"

 

A los que todas las mañanas levantan mañanas para poder seguir viviendo,
a los que tiemblan frente al frío invierno,
a los que anochecidos como amantes sin futuro van sin verbos, sin justicia, sin consuelo.

A los que nacieron sin amor: a los póliticos,
a los jueces, a los tontos y a los necios, sin
calor en su pecho, llenos de soledades;
Hoy no dedico estos versos clasistas...

A los ilusos, los fantasmas, los niños
con sueños infantiles de consumos,
a los moribundos que nacieron o se
hicieron, a los suicidas que acontecen
y a los que celebran con su copa rota,
la misma amargura resentida, perdida...

A los que aman y luego comprenden,
a los que erran y vuelven al camino
luminoso, de la acción fraternal...

A los que están llenos de vicios
y llenos de pasiones, a los que no
traman nada y no soportan el día.

A los que van desbordados de
idioteces de moda y a los que podan
primaveras; a los que promueven la
lucha individual y auspician el desapego...

A los que levantan banderas, destruyen barreras, a los que se regocijan en medallas,
camisetas y trofeos, a los fánaticos del desconsuelo, a los que volados, sueñan vuelos.

A los perros (y su nula suerte), a los fieles
campeones con valores, a los errantes
caminantes del mundo, a los inmundos
locos de la luna y a las locuras sin memoria.

Al tirano, racista, esclavista, fascista (su suerte), a toda causa digna y toda igualdad
(sus dos besos), a todos aquellos que alcen
sus voces y a todas las voces que unen el grito.

A todo escrito, a toda ley que pregona,
extorsiona o empobrece a la gente (su
abolición), a toda distorción de realidad
(su realidad), a toda voluntad heroica y
a todo amor hermanado (su sueño verdadero).

A la libertad, la justicia, a ella, a mí,
al pueblo y a la dignidad, dedicatoria clasista.



Hernán J. Moreyra