Paranoia II
Después que me apresó la policía,
se abrió, muy lentamente aquella puerta,
saliendo una mujer casi en cubierta,
que dijo: —¿qué sucede en esta vía?
Oyendo los agentes la utopía,
se dieron medio giro en calle abierta
a ver, que quién miraba tal reyerta,
cumpliendo su papel de guardería.
Y viendo, que la dama se acercaba,
me dijo un policía: —¿quién es ella?
¿Por qué viene en defensa? ¿Qué esperaba?
Entonces, respondí: —la niña bella,
que ven ahí, de frente, me aguardaba;
y ustedes, solo causan tal querella.
Samuel Dixon