Leoness

Bajo el manto de tilos

Tumbados bajo un manto de tilos y acacias,

donde el paraíso era la esmeralda extensión.

Nos acunaba el viento en dulces cadencias,

mientras abrazaban sábanas de esperanza pasión.

 

El rocío de aspersores, llovía en el aire,

y en ese velo de agua, tu cuerpo y el mío.

Entrelazadas las piernas, sin importarnos el qué dirán

el canto del ruiseñor, testigo de nuestro idilio.

 

Los secretos del alma, hechos carne y aliento,

en una danza muda de piel y sensaciones.

Y la tierra que nos sostiene, sintió nuestro momento,

en un jardín de vida, amor y concesiones.