Rosa que nunca tuve,
¿Cómo, y cuándo poder alcanzarte?
yo, el preso que muere,
déjame que te llame, que me asombre...
Qué dulzura tu soledad me vierte,
en la cercanía se intuye,
ésta desunión con mi reclamo imposible...
¿Dónde enamorarte?
Rosa que nunca tuve,
cuánto dolor se me detiene en el aire...
es mi destino cruel,
que el tiempo que se agota perece...
Y ahora a cada instante,
junto a la oscura noche que no miente,
ay, no me silencies,
a tu cálida fragancia atrayente...