Roma.

Te amo incluso en la distancia.

Adrián…
Te amo sin haberte besado,
sin haber sentido tus manos,
y aun así, mi corazón te reconoce
como si te hubiera amado desde siempre.

Te extraño…
Extraño lo que aún no hemos vivido,
las risas que no hemos compartido,
los abrazos que mi alma guarda para ti.
Me haces falta en formas que no sé explicar,
como si en mí hubiera un espacio
que solo tú sabes llenar.

La distancia duele,
pero también me recuerda cuánto significas para mí.
Porque cada día, cada hora,
cada pensamiento que te nombra,
me confirma que eres tú…
siempre tú.