Lucía gómez

SALVAR EL CORAZÓN...

Hay que salvar el corazón

de los abismos.

Llevarlo cerca de los molinos

de viento cuando esté dolido,

para que descanse de los crueles

torrentes cotidianos.

Ponerlo a salvo,

para que no se vuelva piedra

y sacarlo del escondite...

donde late a solas.

L.G.