Eusebio Gonzalez

El Ser y el Soplo Divino

El ser aún no comprende del todo
qué es la vida,
la materia,
el espacio ni el tiempo.

El intelecto, limitado por la razón funcional,
se aferra a sus propios márgenes
y no logra ponerse en acuerdo
con lo que la vida verdaderamente es.

Todo se resume en la existencia:
el ser es por materia y energía,
y ni el azar lo concede,
ni de la nada brota su origen.

Viven maravillados de lo que ven,
de lo que pueden probar,
de lo mucho que han avanzado,
pero se resisten a aceptar la verdad:

la vida es un soplo divino,
un regalo de amor perfecto,
puro y sin mancha.

Mas su corazón, endurecido,
ya no puede sentir,
si no es sostenido
por la fría balanza de la razón.