Freddy Kalvo

Sonetillo enigmático CXLVI

Cuando joven fue muy grande

y ya vieja fue pequeña

pues lloraba sin alarde

y su lágrima era lenta.

 

Y después de cada tarde

la mataba más la hoguera

que se hacía inseparable

como el paso con su estela.

 

Y moría poco a poco

en aquel lugar oscuro

con su llanto sin enojo

 

y luciendo su tributo

dando vida a muchos ojos

que miraban sus asuntos.