La vida va de prisa; tan de prisa
más cuando tengas tiempo
detente en el amanecer, el encanto
el regalo mejor, otro día por ver.
Lagrimas que dejo la nube que murió
justamente al nacer ese rayo de sol
que viola sin cesar el recio ventanal
y acaricia tu sien, en sutil brevedad.
Cuando tengas lugar y apetezcas soñar
tiéndete piel con piel en el recuerdo aquel
de los días de amar, déjate perturbar
por aromas de azahar y el dulce de la miel.
El deseo avanzar incontenible, cruel
casi, casi brutal, hambre de poseer
arrasando llevar por delante a quien fue
protagonista y más de milenaria sed.
Cuando puedas pensar cuanto te falto hacer
y puedas sepultar la fantasía de ayer,
hoy será conjunción de añoranza y tal vez,
el mañana caerá como frágil cristal, la copa sin beber
soñar, memorizar cual nota musical que no quieres perder.
Cuando vuele el dolor, la pena, la ansiedad
Y solo la verdad se acurruque a tus pies
como ese perro fiel que acompaña tu andar
Palpa la realidad, el lienzo de tu piel.
Sueña, porque soñar hará fácil llegar a ese puerto final
ya sin mirar atrás, sin nostalgias, sin pendientes, ni sed,
alimenta el amor, tan amargo y dulzón motivado quizás
por lo que nunca fue, cuando aún puedas pensar.
Besa el atardecer su efímero esplendor en su última vez
cuando tengas lugar, deseo de avanzar, destierres el dolor
abra la eternidad sus puertas y puedas contemplar tu alma
Y su inmortalidad, solo entonces la paz abrazara tu ser.
autor Alex 8/23/2025