_La sartén por el mango_
La sartén por el mango,
y el mango también,
quien fríe patatas
se siente un vaivén.
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El cuchillo corta,
pero corta mal,
si ve la cebolla
se pone a llorar.
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La olla me mira,
me quiere regañar,
que puse café
donde había sal.
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Si el fuego se enoja,
me toca soplar,
y acabo sirviendo
puré sideral.
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La sal se me esconde,
el azúcar también,
y el pobre guisado
no sabe a ni a quien.
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Quien quema la carne
no suele avisar,
la sirve riendo:
“¡al punto lunar!”.
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El pan en la mesa
se quiere escapar,
si viene el cuchillo
empieza a temblar.
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Cazuela de barro,
no quieras volar,
que al verme con hambre
me vas a quebrar.
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La sopa se enfría,
me pongo a cantar,
con tanta alegría
se vuelve a entibiar.
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La sartén por el mango,
y el mango también,
si mando en la cocina
¡me siento tan….bien!!