Renuncia Por Amor
Para que halles la alegría que mereces y anhelas en tu andar,
he decidido alejarme con paso silencioso y con dignidad,
entregándote estas palabras como testimonio de mi adiós sincero,
el último suspiro de un sentimiento que se despide en este día,
marcho con la esperanza de que sonrías al recordar lo vivido.
Para abrirte un espacio nuevo donde puedas caminar sin tropiezos,
mi pecho ha comprendido al fin, con una claridad serena y profunda,
que fui tan solo un breve instante dentro de tu gran historia,
un aprendizaje necesario tal vez, mas no el destino final,
por eso me retiro sin hacer ruido, con respeto y con honor.
Te pido que guardes en tu memoria los instantes de luz que compartimos,
y que las lágrimas no nublen la belleza de aquellos momentos,
mi cariño te lo suplica con voz tranquila y llena de calma,
no permitas que el dolor empañe tu mirada radiante y clara,
porque este viaje emprendo lejos de tu lado, con valor y entereza.
Para que consigas esa paz interior que contigo no logré construir,
me apartaré y demostraré con acciones limpias y nobles,
que aunque no supe ser el amor perfecto que soñabas y esperabas,
puedo convertirme en un recuerdo que no duela con el paso del tiempo,
en un aliado silencioso que desde lejos vela por tu bienestar.
Eligiendo una ruta distinta donde mi alma pueda encontrar calma,
aunque jamás dejaré de pensar en tu nombre con cariño,
y aunque quizá no lo creas o dudes de esta última promesa,
todo este esfuerzo por soltarte nace desde el amor más puro,
por eso me alejo hoy, porque tu gozo vale más que mi deseo.
—Luis Barreda/LAB