Luis de leon

DONDE EL PLACER SE HACE VERDAD

El mejor sexo que he tenido

no fue solo placer,

fue la batalla y la rendición,

fue ser hombre entero

en cada embestida,

en cada suspiro arrancado de tu boca.

 

Tus gemidos fueron mi victoria,

pero también mi entrega,

porque en tu piel entendí

que el deseo no se conquista:

se comparte, se incendia,

se quema de ambos lados.

 

Sentí tu cuerpo temblar bajo mis manos

y el mío perderse en tu abismo,

como si el universo se doblara

para hacernos uno solo,

sudor contra sudor,

latido contra latido.

 

No fue solo sexo:

fue el rugido más animal,

y al mismo tiempo,

la calma más humana.

En tu mirada vi mi reflejo,

en tu espalda encontré mi hogar,

en tu piel dejé mi verdad.

 

El mejor sexo que he tenido

me hizo hombre y me desarmó,

me dio fuerza y me arrancó la razón,

me mostró que no hay gloria más grande

que perderme dentro de ti

y renacer en cada orgasmo compartido.