Ante tu presencia vida mía
nada podrá apagar el fuego
de este amor que se regocija,
recordando mi propio anhelo.
Eres tú, mi sueño y mi vida
alas de mi alma, luz de mi cuerpo.
Sabes que por ti lucho y muero
acompasando mi suspiro y mi ira.
Nada se compara cuando veo
con sentimiento tu sonrisa
hermosa mujer de febrero.
Embelesada flor de mirra
zafir bruñido, regálame un beso.