Detén la llegada de la primavera con tus fuerzas,
párate en frente del aire que peina las plantas,
exige que no vuelva. Sal a afuera y grítale a las gotas
que ya no podrán humedecer tu suelo.
Levanta el vuelo y habla el lenguaje de las aves,
dale un abrazo a la serpiente y convencela de que no eres su cena.
Vuelve a buscar en el páramo y en el Averno
para que te vuelvan a inspirar otra razón para odiar.
Despliega las piezas en un tablero que nunca fue tuyo,
disfraza la blasfemia con tus cuentos que ya tienen anemia.
Búscame ya un tenedor, pues hoy me como un ratón,
y yo ni hacía del cazador.
Scarlett-Oru