El amor que nunca muere
y alienta todo en la vida,
es ese amor que mitiga
esa gran fe en lo perenne;
celeste amor que se vierte
cual gracia y sabiduría,
llama de luz que ilumina
y con ternura consiente;
es ese estrecho sendero,
ese maná que mitiga
esta sed por lo divino
es la apertura del cielo,
redención que te anima
a difundir tanto brillo...