Como duele la cintura
Después de un día de siega,
El sudor empapa el cuerpo
Y la fatiga te ciega.
Echas un trago de agua
Al terminar la gavilla.
Te enjugas el sudor de la frente,
Empuñas de nuevo la hoz…
Hay que cortar más puñados,
Para armar otra gavilla.
Lenta pasa la jornada
¡El sol en todo lo alto!
Calienta y brilla, hasta que cae el día.
Tus manos ya están sin fuerza
Solo tu afán te empuja
¡Sientes, que se te escapa la vida!
Te detienes un segundo
A pensar en los que más quieres
Esbozas una sonrisa…
¡Tú ánimo resucita!
Y continúas cortando
Puñado a puñado, espigas.
¡Ya no te molesta el sudor!
¡No te duele la cintura!
¡Delante no ves espigas!
Ya solo ves la sonrisa
De la que tu amor, cautiva
Y que algo lejos de ti…
A tus hijos, con mucho cariño mima.
Autor: Pera H.