Franjablanca

Quiero pensar

Hoy he visto que tenía

una llamada perdida

de alguien con nombre Huía,

así que pensé enseguida

que, como solo agregué

a una Huida en mi agenda,

llamarías sin querer.

Tampoco es que me sorprenda,

sabiendo que te has casado

y estarás con tu marido.

Quiero pensar que has tocado

en mi perfil por descuido.

 

Ayer me mandaste un beso

sin más texto en el mensaje

y respondí, lo confieso,

incrementando el voltaje

con otro aún más travieso.

Pero cuál fue mi sorpresa

cuando enviaste de regreso

ese emoji que vomita.

La española cuando besa,

es que besa de verdad;

lo que se da no se quita

(dice el dicho popular).

En vista de que has dejado

mi boca viuda y reseca,

quiero pensar que has pulsado

sin querer alguna tecla.

 

He recibido un correo

en el que dices que ahora

echas de menos y añoras

aquellas noches de lunas

tan llenas de cosquilleos.

Permíteme que no asuma

como propio ese deseo,

dado que expiró en su nido

cuando lo pusiste en venta.

Quiero pensar que habrá sido

tan solo un error de imprenta.

 

Por las señales de humo

que observo en aquella cima,

a mi esperanza le sumo

una dosis de optimismo,

pues la humareda me anima

a que quedemos hoy mismo

para cenar en la hoguera,

como aquella vez primera

en la playita de Roche.

Si le ponemos el broche

a mis deseos confesos,

quiero pensar que esta noche

nos comeremos a besos.