Yoleisy Saldana

Mirada Rota.

Caminando por el parque
te vi…
sentada en un banco como enciclopedia viva,
llena de capítulos que nadie se atrevió a leer.
Eras historia
y silencio.

Eras voz enmudecida por el ruido indiferente
de una ciudad que no se detiene.

Tus ojos,
dos pozos sin fondo mirando al vacío,
parecían buscar en el aire
un rescate que nunca llegó.

Allí, donde la tarde moría sin consuelo,
tus esperanzas expiraban,
una a una,
sin ceremonia.

Tu ropa blanca,
manchada de ausencias,
era el uniforme de una guerra
que peleabas sola.

Y aún así,
te mantenías erguida,
como ruina sagrada que resiste
al paso cruel del tiempo.

El olvido se volvió tu casa.
El desamparo,
tu vecino constante.
Y el cielo ese cielo al que aún miras con fe
tu único techo en las noches de lluvia.

¿Será que Dios también
te ha dejado de mirar?
¿O que el mundo olvidó
que bajo cada cartón hay un corazón
que una vez soñó?

Te sumerges en tus pensamientos, como si allí viviera aun la niña que fuiste. Como si el recuerdo pudiera abrazartecuando la realidad solo te empuja.

Y entre sombras,
esperas que algún día,
unas manos te toquen sin miedo,
te nombren sin lástima,
y logren borrar
de tu rostro ajado por el abandono…
tu mirada rota.