EDUARDO FAUCHEUX

CAER EN EL OLVIDO

CAER EN EL OLVIDO

Bajo la lupa de una añosa vida menguante,
con una memoria que se mantiene distante,
como carta de amor -que al amor evade-
(con la tinta vieja que este tiempo degrade)
los rostros amados y el rumor de lejanas risas,
se vuelven susurros de remotas y olvidadas noticias.

*

Es que, si más tarde, de ti no me acuerdo,
será porque enfermé y murieron recuerdos...
debes entender que no es por una mala intención,
sino, solamente, ¡porque Alguien destruyó mi razón!

*

Pues, eso será, tras los años, mi peor castigo o desgracia:
jugar al juego de mezclar recuerdos en insana acrobacia,
mientras la desmemoria cita al azar en incierto recorrido,
hoy, te repito: mi mayor temor y peor castigo ¡será tu olvido!

*

Me caerías bien cada vez que te conociera de nuevo...
pero, al menos, en unos instantes, ¡tus recuerdos me llevo!
Te recordaría mientras estuviera en mis plenas facultades,
pero la pena es que no tendré demasiadas oportunidades...

*

Y no es que mi alma o mi mente quieran olvidarte,
es que la somnolienta tarde cae sobre este baluarte;
y los recuerdos de tantos años en vapuleado camino,
se desvanecen como polvo en la bruma de este destino.

*

Y si en un próximo día mi mirada te encuentra...
y te ofrezco una memoria sin historias, sin cuentas,
ya debes saber que es mi peor castigo, sentirme perdido,
con la agonía de un trunco adiós y no poder ser despedido.

*

Me harás compañía cada vez que te encuentre,
pero si en cada encuentro llego a estar como ausente,
¡ten piedad de tu decadente amigo que nunca te olvida
en sus flacos recuerdos y, sí, en sus memorias perdidas,
porque podrás ver un extraño en el lugar de tu amigo,
con una sonrisa vacía, sufriendo ese infinito castigo!

*

Eduardo Faucheux
21-08-2025